Roncar es un problema social importante. Las personas que comparten la cama con alguien que ronca pueden tener dificultades para dormir.
Causas
En la mayoría de las personas, la razón del ronquido se desconoce. Algunas posibles causas pueden ser:
Tener sobrepeso (el tejido extra en el cuello presiona las vías respiratorias).
Hinchazón del tejido durante el último mes del embarazo.
Bloqueo en la nariz causado por un tabique nasal (la estructura que separa las fosas nasales) torcido, doblado o deforme.
Pólipos nasales.
Congestión nasal por resfriados o alergias, especialmente si se prolonga mucho.
Cambios en la boca y la garganta como:
Hinchazón en el paladar (velo del paladar) o la úvula, el pedazo de tejido que cuelga en la parte posterior de la boca. Estas áreas puede ser más largas de lo normal.
Inflamación de las adenoides y de las amígdalas que obstruyen las vías respiratorias.
Tono muscular bajo.
Un área grande en la base de la lengua o una lengua que es grande en comparación con la boca.
Anomalías en los huesos de la cara.
Uso de alcohol, somníferos o antihistamínicos a la hora de acostarse.
Algunas veces, roncar puede ser un signo de un trastorno llamado apnea del sueño. Esto significa que usted tiene períodos en los cuales deja de respirar parcial o completamente durante más de 10 segundos mientras duerme.
El episodio va seguido de un resoplido o jadeo súbito cuando usted empieza a respirar de nuevo. Luego usted empieza a roncar de nuevo. Si tiene apnea del sueño, este ciclo por lo regular sucede muchas veces por noche. La apnea del sueño no es tan común como roncar.
Cuidados en el hogar
Los siguientes consejos pueden ayudar a reducir el ronquido:
Evite el alcohol y otros sedantes a la hora de acostarse.
No duerma boca arriba; duerma de lado si es posible. Algunos médicos incluso sugieren coser una pelota de tenis o golf a la espalda de la pijama. Esto causa molestia si uno se voltea y le ayuda a recordar que debe permanecer de lado. Con el tiempo, dormir de lado se vuelve un hábito y no se necesitan recordatorios.
Baje de peso en caso de tener sobrepeso.
Ensaye con tiras nasales sin fármacos y de venta libre que ayudan a dilatar las fosas nasales (éstas no son tratamientos para la apnea del sueño).
Si el médico le ha suministrado un dispositivo de respiración, úselo de manera regular. Siga las recomendaciones del médico para tratar los síntomas de alergias.
Cuándo contactar a un profesional médico

Hable con el médico si tiene:
Un cambio en el nivel de atención, concentración o memoria.
Despertarse en la mañana sin sentirse descansado.
Episodios de ausencia de respiración (apnea): puede ser necesario que su pareja le diga si está roncando fuerte o haciendo sonidos de asfixia o jadeo.
Somnolencia excesiva durante el día.
Dolores de cabeza matutinos.
Reciente aumento de peso.
Los niños con ronquera crónica también deben ser evaluados en búsqueda de apnea, dado que la apnea del sueño en niños ha sido asociada con problemas de crecimiento, trastorno de hiperactividad y déficit de atención (THDA), rendimiento escolar deficiente, problemas de aprendizaje, enuresis e hipertensión arterial. La mayoría de los niños que roncan NO tienen apnea, pero una polisomnografía es la única manera confiable de comprobarlo.
Lo que se puede esperar en el consultorio médico
El médico hará preguntas para evaluar el ronquido. A usted también le harán un examen físico que se concentra en la garganta, la boca y el cuello.
Las preguntas pueden ser las siguientes (es posible que algunas las tenga que responder la pareja):
¿Es fuerte el ronquido?
¿Ronca sin importar la posición en la que esté acostado o sólo en ciertas posiciones?
¿Alguna vez se despierta con sus propios ronquidos?
¿Con qué frecuencia ronca? ¿Todas las noches?
¿Ronca toda la noche?
¿Se presentan episodios de ausencia de respiración?
¿Tiene otros síntomas como somnolencia diurna, dolores de cabeza matutinos, insomnio o pérdida de la memoria?
Puede ser necesaria la remisión a un especialista del sueño para que realice polisomnografías.
Entre las opciones de tratamiento están:
Dispositivos dentales para evitar la retracción de la lengua.
Pérdida de peso.
Si tiene apnea del sueño, use una máscara de CPAP (un dispositivo que se coloca en la nariz mientras se duerme para disminuir los ronquidos y la apnea).
Procedimientos quirúrgicos en el paladar.
Cirugía para corregir un tabique desviado o extirpar las amígdalas (amigdalectomía).
Otros tipos de cirugía que involucran las vías respiratorias.
1º Detectar el problema y hablarlo con el médico
Los ronquidos es una alteración que tiene lugar durante el sueño en las vías respiratorias superiores, provocando un fenómeno acústico muy característico. Es fácilmente identificable, sobre todo para personas que no viven solas. No obstante mucha gente ronca sin saberlo. El caso es que esta enfermedad puede esconder problemas muy graves, por lo que una vez detectado debe ser comunicado al médico de cabecera, para descartar que bajo los ronquidos se escondan enfermedades del corazón o apnea del sueño.
2º Tener en cuenta los posibles condicionantes
Los ronquidos tienen su origen habitualmente en situaciones de alto estrés, o en las que el paciente padece de obesidad, obstrucciones respiratorias, problemas morfológicos de la nariz, sinusitis y, por supuesto, el tabaquismo y el alcoholismo. En consecuencia, unos hábitos saludables y una dieta sana pueden contribuir a solucionar el problema, pero insistimos en lo dicho en el primer punto: poner este asunto en conocimiento del médico es fundamental.
3º Posición para dormir
Otro de los aspectos que pueden influir en la ronquera es la posición adoptada a la hora de dormir. Lo ideal es acostarnos de lado para facilitar la respiración, evitando de ese modo que se comprima la zona pulmonar. Además, hay que tener en cuenta que un colchón o una almohada inadecuada pueden provocar este molesto problema, entre muchos otros.
4º Evitar las digestiones difíciles
Las grandes comilonas también pueden generar ronquera. No es bueno comer demasiado antes de acostarnos. Tanto para mantener la línea, como para tener un descanso más plácido. También debemos controlar los problemas de acidez de estómago, que también están relacionados con los ronquidos.
5º Mantener una buena hidratación
Beber agua en abundancia ayuda a disminuir las mucosidades que puedan afectar al paso del aire por las vías respiratorias. Es bueno tomar un vaso de agua antes de ponerse a dormir y evitar la sequedad de garganta.
6º Fármacos y prótesis
En caso de congestión nasal podemos recurrir a los clásicos sprays o barritas diseñadas para tal efecto. Para la ronquera crónica existen dispositivos que empujan la mandíbula y la lengua hacia la parte frontal para facilitar la respiración (dispositivos de avance mandibular). También se usan tiras para poner en la nariz, muy usadas por algunos deportistas. Sin embargo no hay nada que tenga un 100% de efectividad, por lo que hay que ir probando, a ser posible bajo supervisión y consejo médico.
7º Relajación y otras terapias
Existen ejercicios de relajación que pueden ser de gran ayuda para dejar de roncar, sobre todo los que afectan a la nuca, cervicales y hombros. Si haces clic aquí podrás ver un ejemplo de ejercicios que te ayudarán. Por último, cabe señalar que hay gente que ha logrado mejorar su descanso recurriendo a la aromaterapia o la acupuntura.
8º Medicina natural
Existen remedios naturales con los que se puede lograr el éxito en la tarea de evitar los ronquidos. Por ejemplo, está comprobado que una infusión de salvia nos ayudará a respirar mejor mientras dormimos. En casos de alergias o procesos de resfriado podemos recurrir a hacer gárgaras con menta o al té de ortiga.
9º Cuidar la higiene
La cama y la habitación en la que dormimos debe estar libre de suciedad, polvo y alérgenos que puedan interferir en nuestra respiración. El entorno debe ser lo más cómodo, ventilado y limpio posible. El aire tiene que renovarse todos los días.
Causas
En la mayoría de las personas, la razón del ronquido se desconoce. Algunas posibles causas pueden ser:
Tener sobrepeso (el tejido extra en el cuello presiona las vías respiratorias).
Hinchazón del tejido durante el último mes del embarazo.
Bloqueo en la nariz causado por un tabique nasal (la estructura que separa las fosas nasales) torcido, doblado o deforme.
Pólipos nasales.
Congestión nasal por resfriados o alergias, especialmente si se prolonga mucho.
Cambios en la boca y la garganta como:
Hinchazón en el paladar (velo del paladar) o la úvula, el pedazo de tejido que cuelga en la parte posterior de la boca. Estas áreas puede ser más largas de lo normal.
Inflamación de las adenoides y de las amígdalas que obstruyen las vías respiratorias.
Tono muscular bajo.
Un área grande en la base de la lengua o una lengua que es grande en comparación con la boca.
Anomalías en los huesos de la cara.
Uso de alcohol, somníferos o antihistamínicos a la hora de acostarse.
Algunas veces, roncar puede ser un signo de un trastorno llamado apnea del sueño. Esto significa que usted tiene períodos en los cuales deja de respirar parcial o completamente durante más de 10 segundos mientras duerme.
El episodio va seguido de un resoplido o jadeo súbito cuando usted empieza a respirar de nuevo. Luego usted empieza a roncar de nuevo. Si tiene apnea del sueño, este ciclo por lo regular sucede muchas veces por noche. La apnea del sueño no es tan común como roncar.
Cuidados en el hogar
Los siguientes consejos pueden ayudar a reducir el ronquido:
Evite el alcohol y otros sedantes a la hora de acostarse.
No duerma boca arriba; duerma de lado si es posible. Algunos médicos incluso sugieren coser una pelota de tenis o golf a la espalda de la pijama. Esto causa molestia si uno se voltea y le ayuda a recordar que debe permanecer de lado. Con el tiempo, dormir de lado se vuelve un hábito y no se necesitan recordatorios.
Baje de peso en caso de tener sobrepeso.
Ensaye con tiras nasales sin fármacos y de venta libre que ayudan a dilatar las fosas nasales (éstas no son tratamientos para la apnea del sueño).
Si el médico le ha suministrado un dispositivo de respiración, úselo de manera regular. Siga las recomendaciones del médico para tratar los síntomas de alergias.
Cuándo contactar a un profesional médico

Hable con el médico si tiene:
Un cambio en el nivel de atención, concentración o memoria.
Despertarse en la mañana sin sentirse descansado.
Episodios de ausencia de respiración (apnea): puede ser necesario que su pareja le diga si está roncando fuerte o haciendo sonidos de asfixia o jadeo.
Somnolencia excesiva durante el día.
Dolores de cabeza matutinos.
Reciente aumento de peso.
Los niños con ronquera crónica también deben ser evaluados en búsqueda de apnea, dado que la apnea del sueño en niños ha sido asociada con problemas de crecimiento, trastorno de hiperactividad y déficit de atención (THDA), rendimiento escolar deficiente, problemas de aprendizaje, enuresis e hipertensión arterial. La mayoría de los niños que roncan NO tienen apnea, pero una polisomnografía es la única manera confiable de comprobarlo.
Lo que se puede esperar en el consultorio médico
El médico hará preguntas para evaluar el ronquido. A usted también le harán un examen físico que se concentra en la garganta, la boca y el cuello.
Las preguntas pueden ser las siguientes (es posible que algunas las tenga que responder la pareja):
¿Es fuerte el ronquido?
¿Ronca sin importar la posición en la que esté acostado o sólo en ciertas posiciones?
¿Alguna vez se despierta con sus propios ronquidos?
¿Con qué frecuencia ronca? ¿Todas las noches?
¿Ronca toda la noche?
¿Se presentan episodios de ausencia de respiración?
¿Tiene otros síntomas como somnolencia diurna, dolores de cabeza matutinos, insomnio o pérdida de la memoria?
Puede ser necesaria la remisión a un especialista del sueño para que realice polisomnografías.
Entre las opciones de tratamiento están:
Dispositivos dentales para evitar la retracción de la lengua.
Pérdida de peso.
Si tiene apnea del sueño, use una máscara de CPAP (un dispositivo que se coloca en la nariz mientras se duerme para disminuir los ronquidos y la apnea).
Procedimientos quirúrgicos en el paladar.
Cirugía para corregir un tabique desviado o extirpar las amígdalas (amigdalectomía).
Otros tipos de cirugía que involucran las vías respiratorias.
CONSEJOS PARA DEJAR DE RONCAR
1º Detectar el problema y hablarlo con el médico
Los ronquidos es una alteración que tiene lugar durante el sueño en las vías respiratorias superiores, provocando un fenómeno acústico muy característico. Es fácilmente identificable, sobre todo para personas que no viven solas. No obstante mucha gente ronca sin saberlo. El caso es que esta enfermedad puede esconder problemas muy graves, por lo que una vez detectado debe ser comunicado al médico de cabecera, para descartar que bajo los ronquidos se escondan enfermedades del corazón o apnea del sueño.
2º Tener en cuenta los posibles condicionantes
Los ronquidos tienen su origen habitualmente en situaciones de alto estrés, o en las que el paciente padece de obesidad, obstrucciones respiratorias, problemas morfológicos de la nariz, sinusitis y, por supuesto, el tabaquismo y el alcoholismo. En consecuencia, unos hábitos saludables y una dieta sana pueden contribuir a solucionar el problema, pero insistimos en lo dicho en el primer punto: poner este asunto en conocimiento del médico es fundamental.
3º Posición para dormir
Otro de los aspectos que pueden influir en la ronquera es la posición adoptada a la hora de dormir. Lo ideal es acostarnos de lado para facilitar la respiración, evitando de ese modo que se comprima la zona pulmonar. Además, hay que tener en cuenta que un colchón o una almohada inadecuada pueden provocar este molesto problema, entre muchos otros.
4º Evitar las digestiones difíciles
Las grandes comilonas también pueden generar ronquera. No es bueno comer demasiado antes de acostarnos. Tanto para mantener la línea, como para tener un descanso más plácido. También debemos controlar los problemas de acidez de estómago, que también están relacionados con los ronquidos.
5º Mantener una buena hidratación
Beber agua en abundancia ayuda a disminuir las mucosidades que puedan afectar al paso del aire por las vías respiratorias. Es bueno tomar un vaso de agua antes de ponerse a dormir y evitar la sequedad de garganta.
6º Fármacos y prótesis
En caso de congestión nasal podemos recurrir a los clásicos sprays o barritas diseñadas para tal efecto. Para la ronquera crónica existen dispositivos que empujan la mandíbula y la lengua hacia la parte frontal para facilitar la respiración (dispositivos de avance mandibular). También se usan tiras para poner en la nariz, muy usadas por algunos deportistas. Sin embargo no hay nada que tenga un 100% de efectividad, por lo que hay que ir probando, a ser posible bajo supervisión y consejo médico.
7º Relajación y otras terapias
Existen ejercicios de relajación que pueden ser de gran ayuda para dejar de roncar, sobre todo los que afectan a la nuca, cervicales y hombros. Si haces clic aquí podrás ver un ejemplo de ejercicios que te ayudarán. Por último, cabe señalar que hay gente que ha logrado mejorar su descanso recurriendo a la aromaterapia o la acupuntura.
8º Medicina natural
Existen remedios naturales con los que se puede lograr el éxito en la tarea de evitar los ronquidos. Por ejemplo, está comprobado que una infusión de salvia nos ayudará a respirar mejor mientras dormimos. En casos de alergias o procesos de resfriado podemos recurrir a hacer gárgaras con menta o al té de ortiga.
9º Cuidar la higiene
La cama y la habitación en la que dormimos debe estar libre de suciedad, polvo y alérgenos que puedan interferir en nuestra respiración. El entorno debe ser lo más cómodo, ventilado y limpio posible. El aire tiene que renovarse todos los días.
10º Cirugía
En ocasiones el médico puede optar por el quirófano como solución para dejar de roncar. El objetivo es evitar la obstrucción de las vías superiores. Se trata de una cirugía simple, de carácter ambulatorio, en la que se aplican unos electrodos en las fosas nasales. La anestesia es local, y el postoperatorio no suele conllevar excesivos problemas. Además no es un procedimiento excesivamente caro, aunque su uso sigue estando en entredicho para algunos médicos.
En ocasiones el médico puede optar por el quirófano como solución para dejar de roncar. El objetivo es evitar la obstrucción de las vías superiores. Se trata de una cirugía simple, de carácter ambulatorio, en la que se aplican unos electrodos en las fosas nasales. La anestesia es local, y el postoperatorio no suele conllevar excesivos problemas. Además no es un procedimiento excesivamente caro, aunque su uso sigue estando en entredicho para algunos médicos.